El número de víctimas mortales del ciclón que azotó Mozambique esta semana ascendió a 12 el domingo, después de que el viento y la lluvia devastadores azotaran el país del sur de África.
El ciclón Gombe ha afectado a más de 30.000 personas, con 40 heridos, y ha destruido más de 3.000 viviendas desde que tocó tierra el viernes.
Poderosos vientos que alcanzan los 170 kilómetros por hora (105 mph) y lluvias torrenciales han golpeado con especial dureza la provincia norteña de Nampula, junto al Océano Índico, y la vecina provincia de Zambezia.
En la ciudad portuaria de Nacala, las casas se tambaleaban al borde de los acantilados frente al océano y los muros se habían derrumbado, según pudo comprobar un fotógrafo de la AFP.
La mayoría de los tejados de paja estaban dañados y otros de chapa metálica yacían en el suelo después de que el viento arrastrara los ladrillos, mientras que los árboles arrancados también estaban en el suelo.
Se han abierto ocho refugios en Nampula, la provincia más poblada de Mozambique, que sufrió la muerte y la destrucción de la tormenta tropical Ana en enero.
Mozambique fue devastado por el ciclón Idai en 2019, la tormenta más violenta que ha afectado al país.
«Gombe llegó con más intensidad que Idai, pero afortunadamente no tuvo el mismo impacto, en términos de destrucción y de que perdió fuerza justo al principio», dijo Cesar Tembe, del instituto nacional de gestión de riesgos de Mozambique.
Gombe se dirige ahora hacia Malawi, según Meteo-France.
Cada año se forman alrededor de 80 tormentas tropicales o ciclones sobre las aguas tropicales de todo el mundo. La temporada de ciclones en el sur de África dura de noviembre a abril.
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