Se ha descubierto en Paraguay una serpiente de madriguera de sorprendente belleza que hasta ahora era desconocida para la ciencia y que está causando sensación tanto por su coloración como por su rareza.
Descrita en un nuevo estudio publicado en la revista Zoosystematics and Evolution como un miembro no venenoso del género Phalotris, la serpiente ha sido detectada en sólo dos lugares hasta ahora en la república sudamericana sin litoral.
Phaloris shawnella se llama así en honor a dos niños, Shawn Ariel Fernández y Ella Bethany Atkinson, que nacieron en 2008, el mismo año en que se fundó la organización sin ánimo de lucro Fundación Para La Tierra.

Jean-Paul Brouard/Zenger
A los dos niños se les atribuye el mérito de animar a la organización sin ánimo de lucro a luchar por la fauna salvaje en peligro de extinción en Paraguay.
Debido a que hasta ahora sólo se han encontrado tres ejemplares, y en sólo dos zonas de la provincia de San Pedro, en el este de Paraguay, los autores del trabajo creen que está en peligro de extinción, lo que significa que sin protección está en peligro inminente.
El género Phalotris cuenta con al menos 15 especies de serpientes distribuidas en la vasta ecorregión de la sabana del Cerrado que se extiende desde Brasil hasta Paraguay.

Jean-Paul Brouard/Zenger
El investigador Jean-Paul Brouard descubrió una de las serpientes por casualidad cuando cavaba un agujero en Rancho Laguna Blanca en 2014.
La serpiente se considera una especie fosorial, lo que significa que pasa la mayor parte de su tiempo cavando y cazando justo debajo de la superficie del suelo de su entorno.
En colaboración con sus colegas Paul Smith y Pier Cacciali, Brouard escribió sobre la serpiente, que a diferencia de las especies afines tiene la cabeza roja en combinación con una banda amarilla alrededor del cuello, a la que le siguen bandas laterales negras y escamas anaranjadas con manchas negras en el vientre.
Hasta ahora, la serpiente sólo se ha encontrado en Laguna Blanca -un destino turístico- y en Colonia Volendam, que están a unos 90 kilómetros de distancia.

La Laguna Blanca ha sido reservada para la conservación de reptiles y anfibios autóctonos.
De los tres individuos, sólo uno fue capturado para su estudio, mientras que los otros dos escaparon, pero no antes de ser fotografiados.
«Esto demuestra una vez más la necesidad de proteger el entorno natural en esta región de Paraguay», declararon los autores.
Continuaron diciendo: «La Laguna Blanca fue designada como Reserva Natural por un período de 5 años, pero actualmente no tiene ninguna protección. La preservación de este sitio debería considerarse una prioridad nacional de conservación».
Conocida por sus suelos arenosos, la región del Cerrado en Paraguay se está desarrollando para la agricultura y la ganadería a un ritmo acelerado, poniendo en peligro el entorno natural.

Jean-Paul Brouard/Zenger
Esta historia fue proporcionada a Newsweek por Zenger News.
0 comentarios