¿Hay un final para el Universo? ¿O no? En el mundo científico hay muchas hipótesis y opiniones al respecto.
Según una reciente teoría de científicos rusos, no hay energía oscura en un universo con límites. Pero entonces, ¿qué hay más allá del cosmos y cómo podría ser el borde del fin del universo en esas condiciones?
Durante mucho tiempo se creyó que el espacio exterior estaba lleno de materia ordinaria: estrellas, planetas, asteroides, cometas y gas intergaláctico muy enrarecido. Sin embargo, en este caso, la expansión acelerada descubierta en el siglo XX contradice la ley de la gravedad, según la cual los cuerpos se atraen entre sí. Las fuerzas gravitatorias ralentizarían la expansión del Universo, pero no la acelerarían de ninguna manera.
Entonces surgió la hipótesis de que el Universo no está lleno en su mayor parte de materia ordinaria, sino de algún tipo de «energía oscura», que tiene propiedades especiales. Se cree que tiene una presión negativa. Sin embargo, nadie sabe qué es y cómo funciona, pero, según una teoría, el 70% del Universo está formado por esta energía oscura.
A pesar de que existen disputas sobre su presencia, algunas teorías sobre el fin del Universo inciden directa o indirectamente en la idea de la existencia de dicha materia.
Ofrecemos para su conocimiento tanto las teorías científicas que se oponen a esta cuestión, como las que no la afectan en absoluto, tratando de responder a la pregunta lo más racionalmente posible: ¿tiene nuestro Universo un final o no?
El universo no tiene fin, sino que se expandirá
Según la hipótesis planteada por los científicos de la Universidad Federal del Báltico Immanuel Kant, situada en Kaliningrado, el Universo tiene límites, pero al mismo tiempo carece de la misma energía oscura mencionada anteriormente.
Sin embargo, esta teoría, aunque «retiene» todo el cosmos dentro de ciertos límites, no da una respuesta exacta de cómo es el final del Universo, sujeto a su continua expansión.
«El hecho de que nuestro Universo se está expandiendo se descubrió hace casi cien años, pero cómo ocurre exactamente, los científicos se dieron cuenta sólo en los años 90 del siglo pasado, cuando aparecieron potentes telescopios (incluidos los orbitales) y comenzó la era de la cosmología precisa.
En el curso de las observaciones y el análisis de los datos obtenidos, resultó que el Universo no sólo se expande, sino que se expande con aceleración, que comenzó entre tres y cuatro mil millones de años después del nacimiento del Universo», dice el material científico. Los expertos nacionales están convencidos de que la aceleración de la expansión es el marcador por el que se puede entender la existencia de un límite del universo.
Su hipótesis se basa en el hecho de que en lugar de la energía oscura, el Universo tiene un efecto similar al efecto Casimir, si imaginamos que el Universo tiene un final, posibles límites en forma de algún tipo de paredes. Es en estas paredes donde se extiende el efecto.
El efecto Casimir es la atracción mutua de cuerpos conductores no cargados (por ejemplo, placas cercanas entre sí) bajo la acción de fluctuaciones cuánticas en el vacío. A grandes rasgos, se trata de fluctuaciones del vacío debidas a la creación y desaparición de partículas virtuales en él.
Cuanto más cerca estén los cuerpos, más activamente se suprime la producción de partículas entre ellos. Como resultado, la presión entre los cuerpos se hace menor que la presión sobre ellos desde el exterior, donde el nacimiento de fotones no está limitado por nada. Así es como funciona la atracción.
Un efecto similar, según los científicos de Kaliningrado, se observa también en el Universo – entre sus fronteras, en cuyo reverso está ausente la presión de las partículas descrita. La presión en las fronteras desde nuestro lado, es decir, desde el interior, hace que el Universo se expanda con aceleración.
Burbuja de jabón que puede estallar
Un concepto bastante cercano al de los científicos bálticos es el que ofrece su colega de la Universidad de California, Andreas Albrecht. Él también cree que el fin del universo existe, a pesar de su continua expansión. Sin embargo, Albrecht pertenece a ese ala de científicos que tiende a pensar que la expansión acabará por detenerse.
Además, en sus trabajos expresa la opinión de que, habiendo alcanzado su máximo, el Universo final será ligeramente mayor que el espacio que vemos ahora. En términos numéricos, esto es sólo un 20% del estado actual. Y el especialista extranjero no rechaza la hipotética energía oscura en sus propias conclusiones.
Para la accesibilidad de su teoría, propone representar el Universo como una burbuja de jabón, que siempre tiene un tamaño finito. Sin embargo, siendo un científico, Albrecht no se atreve a nombrar dónde está el final del universo y qué hay más allá de sus fronteras, operando con razón por la falta de datos.
Teoría ondulatoria del fin del universo
Es difícil culpar a Albrecht de la falta de datos. Esto se explica por una propiedad del cosmos como es la radiación cósmica de fondo que se formó con los primeros átomos, según la teoría del Big Bang.
No permite a los científicos estudiar las galaxias lejanas y sus estrellas, siendo una barrera natural en su desarrollo y una oportunidad para mirar más allá del borde del fin del Universo, si es que existe, claro.
Pero al mismo tiempo, la radiación relicta permite a los especialistas considerar el espectro de ondas del espacio. La investigación en este campo llevó a los científicos a la hipótesis de que si el Universo es realmente infinito, entonces debe contener ondas de una gran variedad de longitudes de onda.
Sin embargo, en sus nueve años de funcionamiento, el WMAP, lanzado por la NASA, sólo para estudiar la radiación cósmica de fondo de microondas, no detectó ninguna onda de gran tamaño. Resultó que el espacio exterior tiene un estrecho espectro de ondas, lo que significa que el fin del universo existe.
Sin embargo, hasta ahora los astrofísicos no han podido determinar la forma y los límites exactos del universo. Sin embargo, las mismas ondas del espacio, o más bien sus vibraciones, pueden ayudar a explorarlo.
Gracias a los diversos tipos que surgen en el espacio, es posible determinar qué hay al final del Universo, qué forma tiene y qué límites tiene. Sólo queda esperar, porque estos estudios suelen durar años.
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