Los ultraterrestres son un tema fascinante y controvertido en el campo de la ufología y la investigación paranormal. Se cree que proceden de un reino totalmente distinto al nuestro.

Puede tratarse de un universo alternativo, si es que existen multiversos, o incluso de una dimensión diferente y una realidad que se entrecruza con la nuestra.

El término ultraterrestre fue acuñado por John Keel, periodista y escritor que investigó los ovnis y otros fenómenos extraños.

Propuso que algunos de los avistamientos y encuentros con ovnis no estaban causados por extraterrestres, sino por ultraterrestres: entidades que siempre han existido en la Tierra, pero que permanecen ocultas a nuestra percepción la mayor parte del tiempo.

Argumentó que estos seres tienen la capacidad de manipular la materia y la energía, así como nuestras mentes, creando ilusiones y manifestaciones que se adaptan a sus propósitos.

Aunque la hipótesis extraterrestre ha seguido siendo predominante, la hipótesis interdimensional comenzó a ser adoptada por algunos entusiastas de los ovnis. El autor paranormal y entusiasta de los OVNIs John Keel recordó:

«Abandoné la hipótesis extraterrestre en 1967 cuando mis propias investigaciones de campo revelaron una asombrosa coincidencia entre los fenómenos psíquicos y los ovnis… Los objetos y apariciones no se originan necesariamente en otro planeta y puede que ni siquiera existan como construcciones permanentes de materia. Es más probable que veamos lo que queremos ver e interpretemos tales visiones de acuerdo con nuestras creencias contemporáneas.»

Keel se vio influido por escritores anteriores como Meade Layne, que afirmaba estar en comunicación telepática con «gente en los platillos» que procedían de un plano «etérico» de existencia.

Layne sugirió que, en lugar de representar tecnología militar o extraterrestre avanzada, los platillos volantes eran pilotados por seres de una dimensión paralela, a la que denominó Etheria, y sus «naves etéricas» solían ser invisibles, pero podían verse cuando su movimiento atómico se volvía lo suficientemente lento.

Afirmaba además que los eterianos podían quedarse varados en el plano terrestre cuando sus naves de éter funcionaban mal, y que varios gobiernos estaban al tanto de estos incidentes y los habían investigado.

Además, Layne sostenía que los eterianos y sus naves de éter inspiraban gran parte de la mitología y la religión terrestres, pero que eran seres verdaderamente mortales a pesar de tener un alto nivel de avance tecnológico y espiritual. Afirmaba que su motivo para venir al plano terrestre de la existencia era revelar su sabiduría acumulada a la humanidad

Algunos defensores de la hipótesis ultraterrestre sostienen que estos seres son una manifestación moderna de un fenómeno que se ha producido a lo largo de toda la historia humana registrada, y que en épocas anteriores se atribuía a criaturas mitológicas o sobrenaturales como hadas, ángeles, demonios, djinn, etc.

Sugieren que estas entidades han influido en la cultura y la religión humanas para su propia diversión o agenda.

Otros sugieren que los ultraterrestres son seres benévolos o neutrales interesados en observar o estudiar la civilización humana. También pueden estar intentando ayudarnos a evolucionar espiritualmente o advertirnos de peligros inminentes.

Algunos incluso especulan que los ultraterrestres son en realidad nuestros yoes futuros o descendientes que han dominado el viaje en el tiempo y el viaje interdimensional.

La hipótesis ultraterrestre se utiliza a menudo para explicar otros fenómenos extraños que suelen acompañar a los avistamientos de ovnis, como discrepancias temporales, misteriosas criaturas voladoras (por ejemplo, Mothman), actividad poltergeist (por ejemplo, Hombres de Negro), fenómenos psíquicos (por ejemplo, telepatía), sincronicidades (por ejemplo, 11:11), etc.

Estos fenómenos pueden ser pruebas de la capacidad de los ultraterrestres para manipular la realidad y crear anomalías por sus propias razones o experimentos.

La hipótesis ultraterrestre no es ampliamente aceptada por la ciencia convencional o la ufología porque carece de pruebas empíricas y predicciones comprobables. También es criticada por ser demasiado vaga e infalsificable porque puede explicar cualquier cosa sin proporcionar ningún criterio claro para identificar a los ultraterrestres o sus motivos.

Además, algunos críticos sostienen que la hipótesis se basa en prejuicios culturales y suposiciones que reflejan la psicología humana y no la realidad objetiva.

Sin embargo, algunos investigadores y entusiastas encuentran la hipótesis atractiva porque ofrece una visión más compleja y misteriosa de la realidad que la hipótesis extraterrestre convencional (ETH). También cuestiona nuestras nociones de continuidad espacio-tiempo, física, lógica, causalidad, identidad, conciencia, etc.

En última instancia, creer o no en los ultraterrestres depende de la visión personal del mundo, de las creencias, de las experiencias, de la intuición, de la imaginación, etc.

¿Qué opina usted? ¿Son reales los ultraterrestres? Si es así, ¿qué son? ¿Y qué quieren de nosotros?

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