La restauración de Israel: una profecía cumplida
El pueblo judío ha sido uno de los más perseguidos y dispersados de la historia. Después de la diáspora, el deseo de volver a su tierra ancestral nunca desapareció. Durante siglos, los judíos rezaron por la restauración de su patria y la reconstrucción de su templo. Esta oración se conoce como la oración del Shemá Israel.
En Mayo de 1948, la esperanza de los judíos se hizo realidad cuando el Estado de Israel fue proclamado oficialmente. Este evento fue un cumplimiento de las profecías bíblicas que hablaban de la restauración de Israel y el regreso del pueblo judío a su tierra: “Así dice el Señor omnipotente: He aquí, yo tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron y los reuniré de todas partes, y los traeré a su tierra.” (Ezequiel 37:21)
La restauración de Israel fue una profecía cumplida. La Biblia habla de la importancia de los judíos y de su papel en la historia del mundo. En Romanos 11:28-29, el apóstol Pablo afirma que los judíos son amados por Dios debido a los patriarcas, y que los dones y llamados de Dios son irrevocables.
El papel de los cristianos en la restauración de Israel
Los cristianos tienen un papel importante que desempeñar en la restauración de Israel. La Iglesia ha sido llamada a bendecir a Israel, orar por la paz de Jerusalén y apoyar al pueblo judío. En Génesis 12: 3, el Señor promete bendecir a aquellos que bendicen a Israel: «Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.»
Los cristianos también tienen la responsabilidad de orar por la paz en Jerusalén. En Salmos 122:6, se nos dice que debemos orar por la paz de Jerusalén: «Oren por la paz de Jerusalén: ‘Vivan seguros los que te aman.’»
Por último, los cristianos deben apoyar al pueblo judío en su lucha contra el antisemitismo. La Iglesia debe tomar una postura firme contra el antisemitismo y luchar para erradicarlo donde quiera que se encuentre. En Gálatas 3:28, se nos dice que no hay judío ni griego, sino que todos somos uno en Cristo Jesús.
La restauración de Israel fue una profecía cumplida, y los cristianos tienen un papel importante que desempeñar en la bendición y apoyo del pueblo judío. Como cristianos, debemos orar por la paz en Jerusalén y luchar contra el antisemitismo en todas sus formas. Juntos, podemos trabajar para construir un futuro mejor tanto para los cristianos como para los judíos. En última instancia, debemos recordar que la restauración de Israel es un testimonio del amor y la fidelidad de Dios hacia su pueblo.
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