RACHEL, Nevada: Los entusiastas de los ovnis, atraídos por las festividades de temática extraterrestre, siguieron acudiendo a la zona rural de Nevada, cerca de la base militar estadounidense Área 51, pero los temores de una incursión masiva en el remoto lugar o de una crisis de seguridad pública resultaron infundados, con sólo tres personas detenidas.
Se calcula que unos 2.300 forasteros se aventuraron el jueves y el viernes en la región desértica que rodea el Área 51, una instalación secreta de las Fuerzas Aéreas estadounidenses de la que se rumorea desde hace tiempo que alberga secretos gubernamentales sobre vida extraterrestre y naves espaciales.
La peregrinación y los dos festivales de bienvenida a los visitantes se organizaron después de que un usuario de Facebook exhortara en broma a los lectores a «asaltar» el Área 51 el 20 de septiembre «para ver a los extraterrestres». Nunca se explicó la fecha elegida para el encuentro.
El sheriff del condado de Lincoln, Kerry Lee, dijo que los invitados de la región se comportaron bien en su mayoría, con sólo algunas excepciones. «No quiero ser gafe, pero hasta ahora todo ha ido bastante bien», dijo el viernes por la tarde.
Una persona fue detenida, y otra fue retenida brevemente, bajo la sospecha de haber invadido los terrenos del Área 51, mientras que otras dos personas fueron arrestadas por exposición indecente y por un incidente relacionado con el alcohol, dijo Lee.
Un flujo constante de coches siguió llegando al condado, y Lee dijo que esperaba que la afluencia se duplicara o triplicara a medida que llegaran más visitantes para el fin de semana.
Las detenciones se produjeron después de que un grupo de unos 150 aficionados a los ovnis y buscadores de curiosidades se reunieran frente a la entrada fuertemente custodiada del Área 51 alrededor de las 3 de la madrugada del viernes, la fecha y la hora fijadas por la invitación en las redes sociales que se hizo viral.
Un hombre llevaba un traje espacial naranja y algunos llevaban sombreros de papel de aluminio y máscaras de alienígena. Un cartel entre los congregados rezaba «Liberen a E.T. del gobierno».
«Un grupo de personas al azar con disfraces extraños de pie fuera de una base del gobierno, ¿por qué querrías perderte eso?», dijo una personalidad de YouTube que se hace llamar Atozy. «Es una experiencia única en la vida».
Una joven se agachó bajo una verja de protección y fue detenida momentáneamente por las autoridades y liberada. Otros permanecieron fuera del perímetro, según los agentes de la ley que vigilaban a la multitud.
«Sólo están aquí para ver qué pasa», dijo el sargento Orlando Guerra, de la División de Investigación del Departamento de Seguridad Pública de Nevada. «Están aquí para divertirse».
La Fuerza Aérea había emitido una severa advertencia al público para que no invadiera la instalación, que según dijo se utiliza para probar aviones y entrenar al personal.
El Área 51 ha estado rodeada de misterio durante mucho tiempo, alimentando las teorías conspirativas de que albergaba los restos de un platillo volante y los cuerpos de su tripulación extraterrestre procedentes de un supuesto accidente de un objeto volador no identificado en Roswell, Nuevo México, en 1947. El gobierno estadounidense no confirmó la existencia de la base hasta 2013, cuando hizo públicos los archivos de la CIA en los que se afirmaba que el lugar se utilizaba para probar aviones espía de alto secreto.
Los documentos, sin embargo, no acabaron con las sospechas sobre extraterrestres en ese lugar.
El Área 51 se encuentra a unas 12 millas (19 km) del pequeño pueblo de Rachel, una comunidad de unos 50 residentes anuales al norte de Las Vegas que organizó un festival de música para entretener a los que viajaban a la región.
Algunos residentes habían instado al público a que se mantuviera alejado por temor a que el pueblo se viera desbordado por turistas revoltosos.
A primera hora del viernes, unas 2.000 personas habían acampado en el pueblo, la mayoría de ellas frente al Little A`Le`Inn, un motel y restaurante con temática alienígena que es el único negocio de Rachel. Otras 250 personas asistieron a un evento separado a 40 millas de distancia en Hiko que contó con músicos y ufólogos.
Ed Callahan, de 49 años, que condujo desde Victorville, California, hasta Rachel, describió el ambiente como «simplemente relajado».
«No es una cosa grande y salvaje», dijo Callahan, que llevaba un sombrero de vaquero cubierto de papel de aluminio y tentáculos de plata. «Cuando dijeron 40.000 personas, no quería que fuera eso. Si aparecen unas pocas personas más, estará bien».
Connie West, la copropietaria del Little A`Le`Inn, que se esforzó durante tres meses por movilizarse ante la afluencia de aficionados extranjeros, se mostró satisfecha de que no se produjera el caos.
«Me siento aliviada de que los detractores se hayan equivocado», dijo.
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