Los ovnis (objetos voladores no identificados) siempre han despertado nuestra curiosidad. Nadie sabe realmente de dónde vienen ni qué seres hay en su interior. Ni siquiera podemos predecir su origen.
Tales pensamientos misteriosos nos han acosado desde la antigüedad. Y sus cuadros son una prueba de ello. Sí, se han descubierto ovnis en muchos cuadros históricos. Aquí hay uno de ellos.
En 1538 se creó en la ciudad de Brujas (Bélgica) un tapiz conocido como el «Triunfo del Verano».
Representa el ascenso victorioso del gobernante al poder. Sin embargo, el tapiz representa algo mucho más interesante y fácil de pasar por alto si no se mira con atención: numerosos objetos en el cielo, con la clásica forma de un ovni.
La ciudad de Brujas es la capital y la mayor ciudad de la provincia de Flandes Occidental, en la región flamenca de Bélgica, al noroeste del país.
Los orígenes de la ciudad se remontan a la época prerromana y ha sido objeto de numerosas invasiones debido a su situación estratégica.
Si se observa la parte superior del tapiz, especialmente en el lado izquierdo, se pueden ver varios objetos voladores negros con forma de disco, que no se asocian a ninguna imagen religiosa de las que suelen aparecer en el cielo en otras obras de arte medieval.
Algunos historiadores sugieren que estos objetos simbolizan la importancia de la llegada al poder de este gobernante y que gozaba del apoyo de lo «divino».
Pero, ¿desde cuándo los objetos voladores en forma de disco se consideran un símbolo de intervención divina? Y si es así, ¿por qué?
Si la gente de esa época asociaba los platillos volantes con la divinidad, entonces veían esos objetos en el cielo y los asociaban con fenómenos «divinos».
El tapiz se llama «El triunfo del verano», Brujas, 1538, y se conserva en el Museo Nacional de Baviera.
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